Y debo aceptarlo.
Lo que creí que existía…
Eran pedazos de ilusiones compartidas.
Brazos que en realidad desean abrazar a otro.
Y sí, ¿qué más puedo intentar, si competir contra una naturaleza es
imposible?
Traté de creer que no era cierto,
Pero al sol no se lo tapa con un dedo.
Trataste de ver que podías...
Pero te encontraste con un juego de mentiras.
Las dudas que nunca serán aclaradas.
Te extraño, no lo puedo negar,
Pero, ¿Qué es lo que extraño?
¿Lo que vivimos?
¿O el mundo paralelo en el cual floté mientras vos creabas historias sin
sentido?
Y me guardaré en la mochila los recuerdos…
Los abrazos nunca entregados, los besos tirados al viento.
Me guardaré en el alma todo el sentimiento…
Y que vuele, con el viento… Hasta quedarse sin aliento.
Y cuando regrese a mi esa brisa,
Me acaricie las mejillas… y me devuelva la sonrisa.
Me traiga un beso de un amor que no me deje...
A la sazón de las críticas para nada indulgentes.
Y sé que también encontrarás tu destino,
O tal vez el reproche, de no compartirlo conmigo.
Sabrás vos… sabrá el viento.
Yo solo sé, que te entregué hasta el aliento.
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